jueves, 7 de octubre de 2010

LAS TEORIAS PSICOLOGICAS

"Vivir es jugar a las escondidillas con la angustia"
Jean Rostand
En su significado etimológico, la psicología es el "estudio del alma" (psyché, alma y lógos, tratado). Sin embargo, en su acepción contemporánea puede definirse como la ciencia que estudia los procesos mentales relacionados con los fenómenos de la conducta; y ya en el caso específico de este artículo, su abordaje se realiza considerando a dos de sus principales aspectos: el aprendizaje y la enseñanza.
Existen diversas clasificaciones de la psicología. Algunas, por ejemplo, se apoyan en criterios historicistas o evolucionistas. Así, se dice que esta ciencia puede ser estudiada a partir de tres momentos:
a) Psicología del alma
b) Psicología de la mente o conciencia
c) Psicología de la conducta.
Esta clasificación se remite a la consideración de que desde Aristóteles y hasta la Edad Media, se consideró el alma como el motor que impulsa la actividad de todos los seres vivos.
Durante los siglos XVII y XVIII, el alma, en la concepción aristotélica, dejó su lugar al concepto de conciencia o mente, siendo las facultades de ésta el motivo central de los estudios realizados en ese tiempo, sobre todo por los empiristas ingleses.
Después, durante los primeros años del siglo XX, la psicología se redefinió como una ciencia mediante la cual, la conducta puede ser observada, cuantificada y verificada empíricamente. A partir de este momento, aparecieron varias corrientes psicológicas que ofrecen un vasto campo de estudio.
Para Wilhelm Wundt, fundador en 1879 del primer laboratorio de psicología experimental en la ciudad de Leipzig, hay dos aspectos esenciales en el comportamiento: lo objetivo (lo que vemos y sentimos, experiencia externa) y lo subjetivo (cómo captamos aquello que estamos percibiendo, experiencia interna).
Gracias a las ideas aportadas por Wundt y otros modelos complementarios, la psicología empezó a ser considerada como una ciencia experimental, estrictamente empírica. Así, la fusión de las experiencias interna y externa, conformaron la entonces denominada experiencia única, misma que, no obstante su susceptibilidad a ser abordada a través de otras ópticas, debía constituir el objeto de estudio central de la incipiente Psicología.
Como una reacción que desaprobaba las concepciones expuestas por Wundt apareció esta otra interesante clasificación:
­ El conductismo de Watson
­ La psicología de la Gestalt o de la forma, de Wertheimer, Köhler y Koffka)
­ La psicología experimental de Thorndike, Binet y Galton.
­ La psicología funcionalista de James y Dewey.
­ El Psicoanálisis de Freud.
­ Otros diversos.
Sin embargo, debe considerarse que la psicología de ninguna manera es un área de estudio en donde todas las opiniones aparecen uniformes. Por otra parte, dadas las características de esta aportación y la situación de los lectores a los que va dirigida, me parece posible presentar una clasificación constituida por cinco bloques de teorías, en la mayoría de las cuales resultará particularmente interesante observar y derivar sus implicaciones con relación al aprendizaje y a la enseñanza, es decir, apreciar, dentro de la psicología teórica, el campo más importante y útil para el docente. Desde esa perspectiva, el cuadro siguiente servirá de guión.

TEORÍAS MENTALISTAS
La psicología filosófica
La psicología de las facultades
El naturalismo
El estructuralismo
TEORÍAS DEL CONDICIONAMIENTO ESTÍMULO-RESPUESTA
El conexionismo
El conductismo
El neoconductismo y el condicionamiento operante
DOS TEORÍAS PSICOANALÍTICAS
El psicoanálisis
La teoría psicosocial
TEORÍAS COGNITIVISTAS
Teoría del procesamiento humano de la información
Teoría de la Gestalt
La psicología genética
La psicología dialéctica
La psicología dialéctico-genética
TEORÍAS DE LA ENSEÑANZA
Teoría del aprendizaje por descubrimiento
Teoría instruccional ecléctica
Teoría instruccional sistémica
Teoría del aprendizaje significativo
TEORÍAS MENTALISTAS
En primer término se han agrupado algunas corrientes sobre las cuales no abundaré por considerarlas poco relevantes para el objetivo del texto, y únicamente las cito como un antecedente.
La psicología filosófica buscaba el adiestramiento del poder mental y para ello postulaba que la sustancia mental debería desarrollarse mediante esforzados y continuos ejercicios. También conocida como clasicismo, enfrentó el estudio de objetos de la psicología con métodos y fines propios de la filosofía. Entre sus más connotados exponentes se encuentran Platón y Aristóteles.
De manera semejante, la llamada psicología de las facultades afirmaba que los fenómenos mentales se registran como consecuencia de la actividad de ciertas facultades de la sustancia pensante. Así, establecía que el fortalecimiento de los "músculos de la mente" se desarrollaba y corregía mediante apropiados ejercicios de dichas facultades. Entre los personajes que sostuvieron tal idea se encuentran San Agustín, Juan Calvino, Reid y Gall.
El naturalismo, por su parte, afirma que el hombre y de la sociedad se desarrollan de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Desde este punto de vista, las particularidades biológicas de los individuos, el clima, el medio ambiente en general, etc., son determinantes en el desarrollo humano, y en general de todas las cosas.
En el aspecto educativo, esta corriente ha generado una gran polémica, pues ésta pondera los valores de una educación natural, contra la opinión de muchos, en el sentido de que no existe educación que sea natural, pues se dice que todo tipo de educación siempre será social. No obstante, a partir de Rousseau y Fröebel, han aparecido diversos sustentantes de lo que podrían llamarse variantes del naturalismo. Me refiero a los casos de exponentes como Tolstoi, Reimer, Illich, Holt y Neill, entre muchos otros.
La corriente psicológica denominada estructuralismo fue sustentada principalmente por Wundt y Titchener. Utiliza y garantiza la introspección como método de estudio de los procesos mentales, fundamentándose en leyes físicas. Por lo anterior, no son pocos los que estiman que Wundt fue un introspeccionista psicofísico puro.
TEORÍAS DEL CONDICIONAMIENTO ESTÍMULO-RESPUESTA
Pasaré enseguida a tratar con mayor detalle, dada su trascendencia en lo educativo, el grupo de teorías llamadas de condicionamiento estímulo-respuesta. Esta apreciación psicológica apareció como resultado del desacuerdo con el estructuralismo de Wundt, ya que los asociacionistas consideraban a la introspección como un procedimiento muy poco confiable.
Y si en sus orígenes esta corriente se interesó por la asociación de las ideas en la mente, pronto perfiló su interés hacia la conducta de los cuerpos. Es decir, apreciaron que la psicología sólo se convertiría en una verdadera ciencia, si centraba sus estudios en las manifestaciones corporales y evidencias que pudieran ser observadas y verificadas en público. En conclusión: su ideal era que la psicología fuera tan científica como lo es la física y la alternativa que contrapusieron a la introspección, fue la de emplear metodologías que tomaran en cuenta, exclusivamente, formas de comportamiento observable.
El conexionismo
También se conoce con el nombre de enlace E-R y su autor fue el norteamericano Edward Lee Thorndike (1874-1949), quien supuso, en su teoría, la existencia de dos tipos de unidades: mentales y físicas.
Las unidades mentales son algo que se siente o se percibe, mientras que las unidades físicas pueden ser estímulos o respuestas. Definió, a partir de esa idea, que el aprendizaje es un proceso en el que se pueden conectar:
– una unidad mental y una unidad física,
– dos unidades mentales o
– dos unidades físicas.
Por lo anterior, afirmó que toda conducta, simple o compleja, es una conexión entre una situación y una respuesta y que, mediante determinados condicionamientos, se conectan respuestas específicas a estímulos específicos. Estas conexiones son el resultado de cambios biológicos operados en el sistema nervioso. Conviene aclarar que, para Thorndike, estas conexiones no significan la formación de respuestas nuevas, sino la respuesta elegida, producto de la asociación a una situación. Dichas conexiones son susceptibles de formarse o destruirse de acuerdo a ciertas leyes que Thorndike formuló y clasificó como primarias y secundarias. Las primarias son tres:
Ley de la disposición, llamando a las neuronas "unidades de conducción", Thorndike afirmó que para una unidad de conducción dispuesta a conducir, hacerlo satisface, y no conducir es inadecuado.
Ley del ejercicio o la repetición. El ejercicio resulta fortalecedor del vínculo entre una situación y una respuesta.
Ley del efecto . Una respuesta se establece y fortalece si va seguida de placer, si por el contrario le sigue le desagrado, la respuesta se debilita y desaparece.
Las secundarias son cinco: ley de las respuestas múltiples, ley de la actitud, ley de la prepotencia de elementos, ley de la respuesta por analogía y ley del cambio asociativo.
Con relación a la tercera de las leyes primarias, la ley del efecto, al autor descubrió más tarde que los efectos de recompensa y castigo, como efectos positivo y negativo, no caminan al parejo, pues la fuerza de conexión que tiene la positiva de recompensa es muy superior a la que se presenta con la negativa de castigo. Ante tal circunstancia tuvo que eliminar esta segunda parte de la ley al convencerse de que el castigo no siempre elimina la conducta.
El conductismo
Puede decirse que con la publicación, en 1913, de la obra La psicología vista por el conductista, del norteamericano John Broadus Watson (1878-1958), nació esta escuela psicológica, basada en los trabajos de Iván Petróvich Pavlov (1849-1936), para quien el aprendizaje es un proceso en el que se construyen reflejos condicionados, sustituyendo un estímulo por otro.
Aunque Watson radicalizó su convencimiento de que la psicología debía basarse exclusivamente en conceptos físicos y químicos, aún más que Thorndike, nunca estuvo de acuerdo con éste en lo correspondiente a la existencia de unidades mentales, satisfacción (placer) y disgusto (dolor), pues consideró que estos conceptos mentales resultaban inaceptables para una auténtica psicología científica. De ahí que Watson centrara su atención en aspectos de la vida animal susceptibles de ser observados y medidos.
Sin embargo, a pesar del rechazo a los conceptos anteriores, abrazó con verdadera convicción una de las leyes secundarias, la del cambio asociativo, la cual postula que es posible obtener del alumno cualquier respuesta de la que éste sea capaz, si se le asocia con una situación a la que el discípulo sea sensible.
Este enunciado se convirtió en la tesis central del conductismo, ratificando que los propósitos y los pensamientos de un animal nada tienen que ver con el aprendizaje real, ya que para la psicología conductista propósitos y pensamientos son conceptos que se ubican fuera de su estudio.
Lo anterior se hace evidente si uno se remite a la aseveración del conductismo en el sentido de que un organismo viviente es un mecanismo, pues la máquina humana únicamente se concibe como un sistema integrado por órganos sensoriales (receptores), neuronas (conductores), cerebro (conmutador central), músculos (elementos operativos), huesos (palancas) y el estómago, hígado, riñones, corazón, etc., (piezas de abastecimiento y control).
Vistas las cosas así, de una manera tan mecánica, los aspectos mentales parecen totalmente fuera de contexto.
Para ilustrar claramente la postura del conductismo con relación al aprendizaje se ha utilizado el del adiestramiento del perro al que, al mismo tiempo de que se le da la orden "¡échate!", se le ofrece un jugoso trozo de carne. Una vez que se ha repetido el ejercicio varias veces, el perro habrá de responder sin error a la orden, siempre y cuando se utilice el mismo estímulo adecuado. La voz puede reemplazarse. Es decir, en lugar de ordenar al perro que se eche, bien podía sustituirse el mandato con el sonido de un timbre, con un silbido o con castañearle los dedos, por ejemplo.
El conductismo también se conoce con el nombre de behaviorismo (del inglés behaviour, o behavior en los Estados Unidos, conducta, comportamiento) y, como ya se ha mencionado, basándose en Pavlov, concibe al aprendizaje absolutamente en términos de adquisición de reflejos.
Con base en lo anterior, no creo que resulte exagerado afirmar que el conductismo es una corriente extinta, por lo menos concebido así.
El neoconductismo y el condicionamiento operante
Nos remontaremos ahora a las décadas de 1930, 1940 y hasta 1950. El conductismo es representado por personajes como los norteamericanos Edwin Ray Guthrie (1886-1959), Clark Leonard Hull (1884-1952), Edward Chase Tolman (1886-1959) y Burrhus Frederic Skinner (1904-1990), entre otros, a quienes se les ha atribuido la estructuración de una nueva corriente denominada neoconductismo. Aunque evidenciaron diferencias en sus trabajos, existe un elemento unificador en sus obras: su objeto de investigación lo constituye, principalmente, el aprendizaje.
Otra diferencia entre estos autores y los conductistas puros, radica en el hecho de que éstos eran atomistas, pues su atención se remitía fundamentalmente a los elementos de cada situación, esforzándose por identificar estímulos específicos y respuestas aislables; mientras que los neoconductistas hablan de situaciones de estímulo, lo que implica una complejidad estimulativa y una respuesta más amplia o, alternativamente, respuestas coordinadas.
Una conclusión válida es la de establecer que Skinner ha presentado su teoría apreciando a la educación como un proceso cuya base puede ser la eficiencia, pues ante los exitosos resultados del condicionamiento operante en animales, manifestó su confianza de que pueda tener el mismo éxito aplicado en niños y jóvenes.
Didácticamente Skinner supone que, mediante el condicionamiento operante, una respuesta es más probable. Se opone al empleo de términos como iniciativa, fuerza de voluntad, imagen, etc., pues su psicología es un tipo de ciencia que sólo admite la conducta manifiesta. Establece que el objeto de la psicología consiste en predecir y controlar la conducta de los organismos.
En el condicionamiento operante, el docente es un ingeniero de la conducta de los alumnos. Para el efecto, debe organizar los objetivos didácticos de tal manera que, apoyados en una gran cantidad de pequeños pasos debidamente espaciados y cronometrados, y que se refuerzan recíprocamente, incrementen la posibilidad de una respuesta o resultado esperado.
DOS TEORÍAS PSICOANALÍTICAS
Aunque este grupo está constituido por una gran cantidad de teorías, me referiré exclusivamente a dos de ellas: el psicoanálisis y a la teoría psicosocial.
El psicoanálisis
El psicoanálisis, es bien sabido, posee un carácter esencialmente biológico. Pero valorando la importancia de su aportación al enfoque general que considera que los fenómenos psicológicos constituyen procesos más complejos que las simples respuestas ante estímulos específicos, así como por haber propiciado la aparición de nuevas teorías psicológicas, he estimado conveniente su inclusión previa a la exposición de las teorías cognitivistas, toda vez que esta teoría es considerada como una de las más trascendentes de todos los tiempos.
Al margen de la anterior consideración, son muchos los que suponen que el psicoanálisis es exclusivamente un procedimiento psicoterapéutico. En realidad, con el término psicoanálisis se alude a una de las más grandes y trascendentes aportaciones que se hayan hecho a la psicología. Y fue Sigmund Freud (1856 - 1939), psicólogo checo de origen judío, quien ideó esta teoría que vino a revolucionar diversos aspectos del mundo contemporáneo, pues el psicoanálisis ha sido empleado en diversos ámbitos de la cultura humana. También con este concepto se hace referencia a tres áreas distintas, aunque íntimamente relacionadas, del saber:
– Una metodología investigativa propia de la psicología.
– Una teoría psicológica.
– Una técnica psicoterapéutica.
Como método de investigación psicológica, intenta conocer, básicamente a través de la exploración clínica, las características del inconsciente y el funcionamiento de la mente. Con este método, mediante entrevistas, aplicación de tests y anamnesis (recopilación al detalle de aspectos biográficos), entre otros recursos, es posible obtener datos importantes para descubrir aptitudes y deficiencias, así como otros ángulos importantes de la personalidad de un individuo.
Como teoría psicológica es el resultado de la ordenación y sistematización de los procesos y datos obtenidos del propio psicoanálisis, en tanto método.
Ya considerado en su acepción más común, como una técnica psicoterapéutica, y como resulta indicativo, se utiliza de manera que se constituya en un recurso modificador de la personalidad, con el fin de corregir alteraciones de orden psíquico.
Uno de los conceptos primarios de la teoría del psicoanálisis lo constituye la idea de que la conducta humana es resultado de un esfuerzo por eliminar la estimulación producida por un impulso instintivo aparecido en algún lugar del organismo del individuo. Así pues, el psicoanálisis pretende, fundamentalmente, explicar de manera sistematizada los factores que determinan la conducta. Es, pues, una teoría de la personalidad y es también, actualmente, acaso la forma más aceptada para tratar las alteraciones mentales. Los siguientes son algunos de los supuestos básicos del psicoanálisis:
  • Determinismo psíquico. Nada existe en la vida mental que sea producto de una coincidencia o de un accidente. Cada efecto procede de una causa perfectamente determinada.
  • Motivación de la conducta. Cualquier conducta es producida, indistintamente, para satisfacer necesidades elementales.
  • Origen instintivo de las necesidades y los motivos. Todos los motivos son producto de dos clases de instinto:
-Eros, que son los instintos de vida asociados a la actividad sexual y al placer corporal.
-Tanatos, pulsiones de muerte, cuyo objeto es la reducción de las cosas a un estado inerte.
Con la noción anterior pudo explicarse, con cierta claridad, el mecanismo de algunos fenómenos de aberración psíquica, tales como el suicidio, el crimen, el sadismo y el masoquismo.
  • Control social de los instintos. La sociedad, con sus prohibiciones, reprime instintos fundamentales que se esconden en el inconsciente del individuo.
  • Transformación de los impulsos instintivos. El bloqueo de los impulsos instintivos no los destruye, sino que los transforma, por lo que pueden reaparecer bajo otras manifestaciones.
  • Apariencia y realidad. Lo que apreciamos externamente de un individuo, no siempre corresponde a una situación real, pues muchos conflictos permanecen ocultos.
El psicoanálisis ha centrado su atención, de manera principal, en tres cuestiones aparentemente heterogéneas, pero que se articulan totalmente dentro de esta teoría:
a) El instinto. En esta área de estudio del psicoanálisis se abordan los componentes instintivos y cuestiones que van desde la pulsión hasta la libido, las relaciones objetales (donde puede incluirse el complejo de Edipo, por ejemplo), las fases de la sexualidad instintiva (oral, anal y fálica) en proceso evolutivo hacia la genitalidad, pasando por la latencia, etc.
b) El aparato psíquico, área que incluye aspectos de estudio como son las zonas de conciencia: el inconsciente, el preconsciente y el consciente. En este tema, Freud realizó una especie de división de la mente en tres secciones: el consciente, el preconsciente y el inconsciente. La primera de esas secciones, el consciente, corresponde al conocimiento. La segunda, el preconsciente es una sección que de manera natural, y hasta sencilla, puede trasladarse a la conciencia, si se requiere. En cuanto al inconsciente, el autor afirma que se trata de una región con un contenido psicológico que presenta un alto índice de represión, que resulta casi imposible trasladar a la conciencia, pues siendo demasiado desagradable, generalmente provoca conflictos. También se considera el análisis del ello, el yo y el superyo, estructuralmente, como un modelo de personalidad. En este apartado se incluye también la teoría de los sueños (simbolización, desplazamiento, proyección, etc.)
Su concepción de la estructura de la personalidad ha impactado grandemente al mundo de la psicología:
ESTRUCTURA
NIVEL
ORIGEN
FUNCIÓN
CARACTERÍSTICAS

ELLO


Animal
Está presente al nacer
Busca el placer y evita el dolor
No está determinado por normal, lugar ni tiempo. PRINCIPIO DEL PLACER (Impulso a la satisfacción inmediata de la necesidad)

YO


Lógico y racional


Tiene su origen en el ello


Controla el ello
Se sujeta a la realidad ambiental.
PRINCIPIO DE REALIDAD
(Sujeción a las normas sociales) y
PRINCIPIO DE REPRESIÓN (Abstención de dar libertad absoluta a los impulsos)

SUPERYO

Moral
Se desarrolla a partir del yo
Opera como una conciencia
Representa los valores de una sociedad y los del propio individuo.
PRINCIPIO DE SUBLIMACIÓN
(Depuración y transformación de los impulsos instintivos).
El conflicto, dentro de cuyo estudio se pretende probar que los conflictos internos que se manifiestan en el padecimiento de un adulto, ya existían desde la infancia como una neurosis rudimentaria e incipiente. En este tercer tema de estudio se realiza el análisis de los impulsos que constituyen los llamados mecanismos de defensa. El cuadro siguiente expone las etapas psicosexuales, que son fundamentales en esta teoría.
ETAPAS PSICOSEXUALES
EDADES
ORAL
ANAL
FÁLICA
LATENCIA
GENITAL
De 0 a 18 meses
De 1.5 a los 3 años
De los 3 a los 6 años
De los 7 a los 12 años
De los 12 años y el resto de vida
ZONA DE DOMINANCIA ERÓGENA
La boca
El ano
El pene o clítoris
Ninguna
El pene o el clítoris
MANIFESTACIONES
Succionar, morder, lamer
Juega con su propio excremento y/o lo retiene durante la defecación.
Experimentación de celos, interés sexual, masturbación, etc.
Juegos en los que participan elementos de ambos sexos
Masturbación, atracción por el sexo opuesto, relaciones sexuales, etc.

FIJACIONES
(Conductas ejecutivas o asociadas, como consecuencia de represión o fomento)
Fumar
Exceso al comer y beber
Pasividad
Tendencia a depender de los demás, etc.
Inclinación hacia la suciedad o a la exagerada limpieza.
Excesivo desorden o meticulosidad
Inclinación a acumular cosas
Obstinación
Tacañería, etc.
Complejo de Edipo (en los varones) y de Electra (en las mujeres)
Preferencia por una persona mayor, como pareja
Complejo de culpa
Problemas de identidad sexual, etc.
Ninguna
Ninguna
Sobre Sigmund Freud se ha escrito mucho. Algunos coinciden en afirmar que su propio perfil era evidentemente el tipo ideal para trabajar experimentalmente los principios del psicoanálisis: son del conocimiento público los insultos al político austriaco Víctor Adler, uno de los principales líderes del partido socialdemócrata de aquel país y de su manifiesto, y también público, desprecio por los artistas.
Se sabe igualmente que casi al final de su vida quemó sus agendas, libros de notas personales, su correspondencia y otros documentos importantes para burlarse de sus biógrafos, pues recuérdese que Freud era consciente de la importancia de su obra y él mismo fue, en vida, una celebridad. Anticipaba su burla y se dice que en más de una ocasión expresó: "Desde este momento estoy gozando el hecho de que todos esos entrometidos se equivocarán mañana". Hizo públicas diversas anamnesis de sus pacientes, sin cuidarse ni preocuparse si los datos expuestos evidenciaban la identidad de ellos, circunstancia que riñe con el más elemental rasgo de ética profesional. Él mismo, ante sus alumnos exponía sus propias vivencias y circunstancias, como si correspondieran a otras personas.
Pero la importancia de la obra de Freud supera cualquier consideración, defecto o aberración que se le impute. En la página 280 de la obra Historia de la psicología americana, su autor A. A. Roback dice:
"... Sigmund Freud fue un genio... Al principio, como médico, se dedicó a la neurología y a la pediatría, posteriormente a la psiquiatría, desde cuya especialidad revolucionó no sólo todos nuestros conceptos psicológicos, sino la perspectiva de la civilización. No hay rincón ni rendija de nuestra estructura, que no hayan sido iluminados por la antorcha del psicoanálisis, y los prejuicios que Freud tuvo que vencer sus teorías, fueron mucho más arraigados que los que tuvieron que vencer Copérnico, Galileo, Kepler y Darwin."
La aplicación que en el campo educativo ha tenido el psicoanálisis, se ha presentado con dos orientaciones:
- La terapéutica.
- La propiamente educativa.
En la orientación terapéutica educativa del psicoanálisis, deben mencionarse los trabajos realizados, a partir de la década de los treinta, por Melanie Klein, Hans Zulliger y Maud Mannoni. Los dos primeros psicoterapeutas tomando como referencia al juego infantil y Mannoni a la verbalización realizada a través de la conversación directa, o por medio del dibujo y el teatro de títeres.
En la actualidad y en campo de la paidoterapia, el psicoanálisis ha logrado impresionantes éxitos en el tratamiento de casos de niños disléxicos.
A los nombres de estos tres autores, habrán de agregarse los de Charles Baudoin, Roland Dalbiez, Marie Bonaparte, Francoise Dolto y René A. Spitz, entre otros.
En lo relativo al psicoanálisis en su orientación específicamente educativa, son relevantes las aportaciones realizadas por Anna Freud (hija del propio autor de la teoría psicoanalítica), Eduardo Claparéde, Angelo-Louis Hesnard, Wilhelm Reich, Herbert Marcuse y Alexander Sutherland Neill.
Probablemente A. S. Neill podría ser considerado dentro de la escuela nueva, o incluso dentro de la pedagogía institucional, ambas descritas en el capítulo correspondiente a la pedagogía. Sin embargo, el hecho de que el propio Neill expresara las grandes influencias recibidas de Sigmund Freud y la circunstancia de que en su obra, el proyecto de Summerhill, se perfilen las características específicas del psicoanálisis, me han inclinado también a considerarlo dentro de la orientación educativa del psicoanálisis.
La teoría psicosocial
Posteriormente, las ideas de Freud han sido enfocadas hacia otros aspectos psicológicos igualmente interesantes, por algunos de sus colaboradores, alumnos o seguidores. Me refiero, entre otros, a los siguientes:
Alfred Adler (1870-1937), austriaco y aportador de importantes trabajos sobre el tratamiento de la neurosis.
Otto Rank (1884-1939), también austriaco, elaboró valiosas tesis sobre las ansiedades y una propuesta para acelerar los tratamientos psicoanalíticos.
Wilhelm Reich (1897-1957), igualmente originario de Austria, y sus estudios sobre el carácter.
Carl Gustav Jung (1875-1961), suizo que elaboró trascendentes trabajos sobre los complejos, el inconsciente colectivo, los símbolos y la mitología. Jung introdujo el término complejo para designar a una manifestación conductual, caracterizada por poseer una fuerte carga emocional, ligada a conflictos vividos anteriormente por el sujeto. Los complejos se someten al yo y al superyo, pero permanecen en el inconsciente, manifestándose en determinadas formas de conducta del individuo.
Algunos de los complejos más estudiados por la teoría psicoanalítica son los siguientes:
Complejo de Edipo. Aparece entre los 3 y los 5 años de edad, cuando el niño descubre su propio sexo y el de sus padres. Se define como el conflicto ocasionado por el apego erótico del niño hacia su madre, situación que asume sintiendo rivalidad y rencor hacia el padre, aunque después, generalmente, logra identificarse con él.
Complejo de Electra. Es el equivalente femenino del complejo de Edipo, pues la niña orienta su libido (energía psíquica procedente de la actividad sexual humana) hacia su padre, manifestando abierto rechazo hacia su madre.
Complejo de inferioridad. Este concepto fue empleado originalmente por Adler, para quien el complejo de inferioridad deriva de una inferioridad real aparecida durante la infancia. Sin embargo, una acepción más generalizada define a este complejo como un sentimiento de subvaloración de un individuo que, real o imaginariamente, advierte o supone en él alguna insuficiencia física, psíquica o social. Por lo general el sujeto afectado por un complejo de inferioridad, lo compensa con manifestaciones conductuales con las que pretende alcanzar la superioridad.
Complejo de castración. Hace referencia a un sentimiento relacionado con el valor simbólico del pene, y está vinculado directamente con la angustia infantil provocada por el conflicto de la identificación sexual.
Erich Fromm (1900-1980), alemán que estudió profundamente la influencia de la cultura sobre el individuo. Es, por ello, considerado el más destacado culturalista.
Erik Erikson (1902-1994), alemán con raíces danesas, quien para muchos es el primer analista de niños, por sus trabajos sobre el desarrollo infantil y el medio. Aunque Erikson, en sus inicios, aplicó las enseñanzas de Freud, a quien considera la piedra angular de la teoría de la personalidad, poco a poco se fue apartando del modelo ideado por Freud, aunque sin romper del todo con él. El hecho de que se conozca a su teoría con el nombre de psicosocial, habla, ya en la propia denominación, de la diferencia básica con la correspondiente de Freud.

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